en Jesucristo. Lo que Moisés les dijo a los israelitas sobre las leyes de Dios: “Y las enseñaréis a vuestros hijos” (Deuteronomio 11:19), es la tarea que el Señor le da a cada nueva generación. Ya sea la generación de Habacuc o la nuestra, ya sea la ley revelada de Dios o su obra maravillosa de rescate en Jesucristo, los niños no sabrán, no podrán confesar como lo hizo Habacuc, si no se les ha enseñado. No hay responsabilidad más solemne ni necesaria para los padres y para la iglesia de cualquier
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